Las opiniones
contenidas en estos puntos de vista,
son responsabilidad exclusiva de los
autores de las mismas, y no tienen
que representar necesariamente la
posición del resto de los miembros
de la Junta sobre los temas
tratados. |
BUSCAR
Puntos de vista
por................... : |
Autor: |
|
Título: |
|
Año de publicación: |
|
Utilizar

para volver a la cabecera de la página |
|

julio/2025 |
CUEVAS, CUEVAS
TURÍSTICAS Y AGUAS SUBTERRÁNEAS
Sergio Durán Laforet y Juan José Durán
Valsero. Licenciados en Ciencias geológicas |
|
Sergio Raúl
Durán Laforet. Geólogo por la UCM, y Máster
en Recursos Hídricos y Medio Ambiente por la
UMA. Especialista en karst y cuevas.
Espeleólogo del Grupo de Exploraciones
Subterráneas de la Sociedad Excursionista de
Málaga. Ha trabajado como investigador y
consultor en trabajos relacionados con los
parámetros de la atmosfera subterránea de
las cuevas, hidrogeología, hidroquímica y
geomorfología. Trabaja como Consultor Junior
en la empresa Amphos 21 Consulting. |
 |
Juan José Durán
Valsero es Doctor en Ciencias Geológicas por
la Universidad Complutense de Madrid.
Actualmente, trabaja como Profesor de
Investigación en el Instituto Geológico y
Minero de España (CSIC), donde coordina el
Grupo de investigación sobre “Hidrogeología
Ambiental y Cambio Global (HYGLO-Lab)”. Es
Presidente del Comité Científico de
la International Show Caves Association (ISCA),
vocal del Club Español del Agua Subterránea
(CAS) y Vicepresidente Primero del ilustre
Colegio Oficial de Geólogos. |
|
No todo el mundo relaciona de manera directa
e inmediata las cuevas con el agua
subterránea. Aunque bien es cierto que no
todas las cuevas están genéticamente
vinculadas a la acción química del agua (los
tubos volcánicos, por ejemplo, no), esta
relación biunívoca sí se cumple en la
inmensa mayoría de los casos, dado que un
porcentaje muy importante de las cuevas
existentes en el planeta se forman en
litologías solubles, karstificables, que
conforman acuíferos que contienen cantidades
importantes de agua subterránea.
El karst como acuífero
Desde un punto de vista hidrogeológico, el
karst está caracterizado por constituir una
tipología de acuíferos muy característicos,
en los que las propiedades hidráulicas son
muy heterogéneas en las tres dimensiones del
espacio subterráneo. Una parte de esta
heterogeneidad viene definida por la
presencia de sistemas endokársticos o redes
de cuevas que se han formado por la
disolución de las rocas carbonáticas o
similares a lo largo del tiempo geológico.
Forman, de esta manera, redes de conductos
por los que el agua subterránea fluye
rápidamente, en términos hidrodinámicos. Se
establece, de esta forma, una dualidad en la
permeabilidad del karst, con flujos rápidos
a través de conductos, y flujos más lentos y
paulatinos a través de la matriz rocosa.
El agua que se almacena y circula por los
acuíferos kársticos abastece un 25% del
suministro total de agua potable para las
ciudades, la industria y la agricultura a
escala mundial. Los acuíferos kársticos
forman, en su conjunto, una enorme reserva
global de agua dulce y se caracterizan, como
ya se ha indicado, desde el punto de vista
hidrodinámico, por poseer un flujo hídrico
subterráneo general muy rápido, a veces
similar al de los ríos superficiales,
ejerciendo en ocasiones, de facto, como
grandes ríos subterráneos. Esta peculiaridad
hace que sean sistemas muy sensibles y
frágiles y, sobre todo extremadamente
vulnerables a la contaminación de los
recursos hídricos que albergan, frente a
eventos de precipitación extrema o a
vertidos, puntuales o difusos, de sustancias
contaminantes.
Las cuevas como lugares subterráneos
Otra peculiaridad del karst y de los
acuíferos kársticos es la presencia
generalizada de cuevas, tanto por encima
como por debajo del nivel freático, es decir
de la superficie superior del agua
subterránea contenida en los acuíferos.
Cualquier cavidad en la roca a través de la
cual pueda fluir el agua se puede considerar
una cueva, desde el punto de vista genético.
Es decir, una cueva, o un sistema de cuevas,
puede sumar cientos de kilómetros de
desarrollo de sus galerías, pero también
puede ser un pequeño conducto de unos pocos
milímetros de diámetro. No obstante, cuando
nos referimos a una cueva desde el punto de
vista espeleológico lo hacemos desde una
perspectiva antropocéntrica y consideramos
cuevas solo aquellas cavidades que son
accesibles para el ser humano, es decir con
un tamaño de orden métrico o superior en sus
galerías.
Aunque existen numerosas cavidades por
debajo del nivel freático y en su entorno
inmediato, muchas otras se encuentran en la
zona no saturada. Las primeras se encuentran
permanentemente sumergidas, y solo son
accesibles mediante técnicas muy
sofisticadas (espeleobuceo, robots
subacuáticos y similares); los otros dos
tipos, las ubicadas cerca del nivel freático
y las situadas en la zona no saturada,
permiten su exploración e investigación de
manera más sencilla, aunque no exenta de
riesgos. Algunas de estas cuevas, sobre todo
las últimas, cuando presentan elementos
geológicos o arqueológicos singulares, han
sido utilizadas en los últimos siglos en
Europa como atracciones turísticas con
indudable éxito. Hoy en día, las cuevas
turísticas son auténticos elementos
dinamizadores del medio rural y muchas de
ellas están protegidas bajo diferentes
figuras de conservación del patrimonio
natural o cultural.
Las cuevas turísticas como lugares
hidrogeológicos singulares
En el interior de las cavidades kársticas
habilitadas para su visita turística se
pueden realizar numerosas observaciones
hidrogeológicas de interés. En todas se
puede observar directamente como se lleva a
cabo el flujo vertical en la zona no
saturada del acuífero, mediante el goteo en
las estalactitas, por ejemplo. Otras son un
ejemplo del viaje subterráneo que realiza el
agua, desde su infiltración en el suelo, o a
través de dolinas o sumideros, hasta su
salida a través de manantiales y zonas de
drenaje. Muchas cuevas, turísticas o no,
tienen su entrada en una pérdida o sumidero,
o en un manantial, la entrada o salida,
respectivamente, del agua hacia o desde el
mundo endokárstico. Hay ocasiones en que el
estado hidrodinámico del sistema no permite
la realización de visitas a las cuevas, ya
que se encuentran activas, en su régimen de
aguas altas. En algunas cuevas puede verse
directamente el nivel freático del agua
subterránea, algo totalmente inusual, pues
este hecho no es fácil de observar
directamente en el interior de la mayor
parte de los acuíferos. Otras observaciones,
relacionadas con la hidroquímica del agua
subterránea y del equilibrio y los
intercambios en el sistema aire-roca-agua,
también son fáciles de observar y de
explicar a los visitantes, bien sean
turistas, estudiantes, o especialistas de
esta disciplina.
Las cuevas en general son laboratorios
hidrogeológicos naturales, y las cuevas
turísticas pueden (deben, mejor dicho) ser
aprovechadas para la enseñanza y la
divulgación de algunos aspectos
fundamentales de la hidrogeología y de las
aguas subterráneas.
Los estudios hidrogeológicos, un apoyo para
la gestión de las cuevas turísticas
Pocos gerentes de cuevas turísticas sienten
como una necesidad la elaboración de
estudios hidrogeológicos en las cavidades
que gestionan. Sin embargo, nada más lejos
de la realidad. En muchas cuevas turísticas
existen riesgos importantes de avenidas
subterráneas, vinculadas a crecidas de ríos
subterráneos epifreáticos o de subidas
importantes del propio nivel freático local,
vinculadas a momentos de grandes
precipitaciones u otros eventos
hidroclimáticos excepcionales, como pueden
ser los deshielos súbitos en zonas
montañosas. El análisis de las variaciones
estacionales de las pequeñas masas de agua
permanentes en muchas cuevas, desde el punto
de vista de la calidad química y de sus
implicaciones en la conservación de los
espeleotemas u otros elementos geológicos es
otra línea de trabajo de gran importancia en
las cuevas. El delicado equilibro de la
atmósfera subterránea, la ventilación de las
cuevas y la concentración de los gases
(muchos relacionados con el agua
subterránea) que se encuentran en ellas, es
una pieza clave del estudio de las cavidades
y del karst. La asesoría hidrogeológica en
las cuevas turísticas es, al tiempo, una
necesidad para la adecuada gestión de las
cuevas y un nicho de oportunidad para la
realización de estudios científico-técnicos
de relevancia, cuyos resultados son
susceptibles de incorporar al discurso
expositivo de los guías y a los materiales
de divulgación.
Algunos ejemplos españoles
En España existen algunas cuevas turísticas
cuyo principal atractivo es la presencia
explícita de agua subterránea, fácilmente
perceptible por los visitantes, aunque
habitualmente este hecho no suele ser
destacado con el énfasis adecuado durante la
visita.
La Cova de Sant Josep, en la Vall d´Uixó
(Castellón) es uno de los mejores ejemplos
de cueva turística cuyo mayor atractivo
reside en la presencia de agua en su
interior. Constituye un río subterráneo,
cuya visita se realiza en barca, remontando
el curso fluvial endokárstico, semi-represado
para facilitar la navegación, desde el
manantial situado en la boca hasta un punto
a varios centenares de metros en el interior
del sistema endokárstico.
Otro buen ejemplo es la Gruta de las
Maravillas, en Aracena (Huelva), donde se
puede observar el nivel freático del
acuífero donde se abre la cueva en una serie
de salas y galerías, junto con otro conjunto
de masas de agua colgadas, situadas en la
zona no saturada del acuífero, así como
numerosas aguas de goteo, ilustrando a la
perfección la diversidad hidrogeológica
existente dentro de las cavidades kársticas.
También en la visita de espeleoaventura de
la cueva de Valporquero (León) se puede
disfrutar de un recorrido por un río
subterráneo, colgado respecto al nivel
freático local, representado por el río
Torío, encajado en unas formidables hoces
fluviokársticas.
Por último, la Cueva de las Güixas, en
Villanúa (Huesca) muestra a la perfección la
necesidad de controlar el nivel freático del
acuífero y su relación con la cueva, puesto
que cuando este sube de manera rápida, la
cueva se inunda parcialmente,
imposibilitando temporalmente su visita
turística. El sistema de alerta temprana
instalado ha resuelto de manera muy
inteligente la gestión de estos eventos de
crecida, minimizando el riesgo para los
visitantes y guías.
Como conclusión, la heterogeneidad del karst
y la presencia de cuevas no condicionan
únicamente los aspectos hidrodinámicos
relacionados con el aprovechamiento de las
aguas subterráneas de los acuíferos
kársticos, sino también todos los aspectos
hidrogeológicos a menor escala, pero
igualmente importantes, que se pueden dar en
las cuevas turísticas. Hay tantos factores
que caracterizan el agua subterránea en el
karst, la génesis de las cuevas y su
evolución espaciotemporal, que es casi
imposible observar dos cuevas iguales en
cualquier momento dado; estos aspectos
forman parte también de la hidrodiversidad
de las cuevas turísticas.
|
|

julio/2025 |
EL AGUA UNA
PREOCUPACIÓN IMPORTANTE EN LOS PAÍSES
HISPANOAMERICANOS
Juan María Fornés Azcoiti. Graduado y Doctor
en Ciencias Geológicas |
|
Graduado
y Doctor en Ciencias Geológicas por la UCM.
Diplomado en Hidrogeología por la misma
Universidad. Ha sido becario del Programa de
Formación de Personal Investigador del
entonces denominado Ministerio de Educación
y Ciencia. Durante ese periodo realizó la
tesis doctoral titulada Hidrología de
algunas lagunas de Castilla-La Mancha,
bajo la dirección del Profesor Ramón Llamas.
Ha participado en numerosos proyectos de
investigación tanto nacionales como
internacionales; uno de ellos, el Proyecto
Aguas Subterráneas de la Fundación Botín,
tuvo un impacto social nada despreciable
tanto en España como fuera de nuestras
fronteras. Las líneas de investigación se
han centrado en aspectos relacionados con
las aguas subterráneas: protección y
contaminación de acuíferos; relación entre
las aguas subterráneas y los humedales;
difusión y educación ambiental sobre las
aguas subterráneas; escenario jurídico de
las captaciones de aguas subterráneas en
España; y cambio climático y recursos
hídricos. Autor o coautor de un centenar de
publicaciones entre libros, artículos
científicos y comunicaciones en Congresos.
Ha sido Profesor Ayudante en
el Departamento de Geodinámica de la
Facultad de Ciencias Geológicas de la UCM y
Catedrático Interino de Universidad en la
misma Facultad. Ha impartido conferencias en
el extranjero como profesor invitado en las
Universidades Autónomas de San Luis Potosí y
Nacional de México, en el Instituto Potosino
de Investigación Científica y Tecnológica
(San Luis Potosí, México), y en el
Departamento de Aguas Subterráneas del
Ministerio de Recursos Naturales y Medio
Ambiente de Tailandia. Actualmente trabaja
en el CN IGME-CSIC como científico titular.
Ha sido coordinador de quince cursos de
formación en Hispanoamérica relacionados con
las aguas subterráneas, dentro del Plan
Interconecta para el Desarrollo (AECID),
entre 2016 y 2024. |
|
El problema de la
disponibilidad de agua es común en la gran
mayoría de los países del mundo, entre ellos
España y los países iberoamericanos, muy
especialmente en Centroamérica. Una buena
gobernanza de los recursos hídricos es
fundamental para su gestión sostenible. Para
ello, la cooperación española está siendo de
gran ayuda, tanto en proyectos concretos
como a través de actividades formativas.
El IGME cuenta con una
dilatada experiencia en actividades
formativas relacionadas con la cooperación
para el desarrollo, en el ámbito de América
Latina y el Caribe. En este sentido, ha
colaborado con la AECID (Agencia Española de
Cooperación Internacional para el
Desarrollo) en actividades de formación
hidrogeológica, impartiendo distintos cursos
en Centros de Formación que la AECID tiene
en el ámbito de América Latina y el Caribe.
Esta colaboración se remonta al año 2001.
Desde entonces y hasta finales de 2024, el
IGME ha organizado 29 actividades de
formación con la AECID relacionadas con las
aguas subterráneas, en las que han
participado unas 1.250 personas procedentes
de 15 países iberoamericanos, tanto en la
modalidad presencial como virtual. En 2025
se están llevando a cabo otros cinco nuevos
cursos de formación hidrogeológica,
gestionados desde el Centro de Formación
para la Cooperación Española de Santa Cruz
de la Sierra (Bolivia).
Los temas de los cursos han sido muy
variados, siempre con la participación de
técnicos con gran experiencia en las
diferentes disciplinas que abarcan estos
estudios y muchos años de dedicación. Se
citan los títulos de
estos cursos; de algunos de ellos se han
realizado varias ediciones:
-
La
contribución de los Servicios Geológicos
para la evaluación y protección de los
recursos de aguas subterráneas (2008).
-
Participación de las comunidades rurales
en el uso sostenible de las aguas
(2008).
-
Aguas
subterráneas, salud y abastecimiento
urbano (2008).
-
Cartografía hidrogeológica y bases de
datos asociadas (2009).
-
Patrimonio
natural y servicios ecosistémicos de los
humedales (2016).
-
Treinta
años de Ley de Aguas española:
intercambio de experiencias en temas
relacionados con las aguas subterráneas
(2016).
-
La
importancia de las aguas subterráneas en
la gestión integrada de los recursos
hídricos: aplicaciones prácticas en
proyectos de cooperación internacional
para el desarrollo (2017).
-
Abastecimiento de núcleos de población
con aguas subterráneas (2021).
-
Experiencias positivas y negativas en el
desarrollo de proyectos hidrogeológicos
relacionados con el suministro de agua
subterránea a poblaciones: análisis de
casos prácticos por países (2022).
-
Técnicas de construcción de pozos
(2022).
-
Saneamiento y depuración de aguas
(2023).
-
Iniciación al diseño, construcción y
acabado de captaciones de agua
subterránea (2023).
-
Aplicaciones informáticas de acceso
libre para el monitoreo y la mejora de
la cantidad y calidad en sistemas para
abastecimiento de aguas (Curso básico y
Curso avanzado) (2023).
-
Aplicación
de nuevas metodologías y tecnologías
para el suministro de agua en
Iberoamérica y el Caribe (2024).
-
Gestión comunitaria del agua para la
sociedad: intercambio de experiencias en
Iberoamérica y el Caribe (2024).
-
Sostenibilidad de ecosistemas naturales
dependientes de aguas subterráneas: la
protección de humedales (2024).
-
Exploración hidrogeológica orientada a
la captación de agua subterránea (2024).
-
Técnicas de investigación
hidrogeoquímicas e isotópicas
ambientales aplicadas a la hidrogeología
(2024).
Entre 2019 a 2021,
también en colaboración con la AECID, el
IGME desarrolló el proyecto titulado
“Soluciones tecnológicas para reducir la
contaminación y presencia de tóxicos en
aguas subterráneas de consumo humano
(Bolivia)”, continuidad del proyecto con la
misma temática, entre 2011 y 2013. También
cabría destacar el “Acuerdo de Encomienda de
Gestión entre el Ministerio de Asuntos
Exteriores, Unión Europea y Cooperación, y
el Instituto Geológico y Minero de España,
para el diagnóstico y plan de actuación para
la explotación sostenible del acuífero del
Valle de Ciudad de Guatemala”.
Es una labor a la que hay que dar
continuidad. Como se ha destacado en
repetidas ocasiones, el agua es fuente de
vida, importante para el desarrollo
socioeconómico, y garantía del sustento de
los ecosistemas naturales y zonas húmedas,
patrimonio natural en todos estos países.
 |
|

abril/2025 |
¿A
DÓNDE VA LA EXPLORACIÓN HIDROGEOLÓGICA?
Jordi Guimerà. Dr. en CC Geológicas. Amphos
21 |
|
Geólogo por la Universidad Autónoma de
Barcelona (1985) y Doctor en Ciencias
Aplicadas (Geología) por la Universidad
Politécnica de Catalunya (1992). Ha
desarrollado su actividad profesional desde
1997 en Amphos 21 (anteriormente QuantiSci y
Enviros). Su actividad académica de
desarrolló entre 1987 y 1997 en la UPC como
estudiante de doctorado, investigador post-doc
y profesor asociado del departamento de
Ingeniería del Terreno en la Escuela de
Ingenieros de Caminos. Entre 1992 y 1999 se
dedicó a la hidrogeología de medios de baja
permeabilidad, particularmente a su
caracterización in situ para proyectos
relacionados con el almacenamiento de
residuos radiactivos para ENRESA, NAGRA, SKB
y JAEA. Entre 1999 y 2010, gran parte de su
actividad la dedicó a suelos contaminados
por actividades industriales, por una parte,
a la obra pública y a la gestión integral
del agua por otra. Desde 2007 desarrolla el
negocio de la compañía en Chile, al que se
dedica full time entre 2010 y 2015, dando
servicios a clientes mineros en proyectos
relacionados con el ciclo del agua. Durante
ese periodo, ha dirigido el área de minería
de Amphos 21 (2010-2014), que engloba
operaciones en Barcelona, Santiago de Chile
y Lima y la gerencia general de la filial
chilena del grupo (2013-2014). Desde 2015
hasta 2020 dirige los Servicios Hidrológicos
de Amphos 21 Consulting, en el ámbito de la
ingeniería civil, gestión de acuíferos y
suelos contaminados. Actualmente es Director
de Proyectos y de la Entidad de Control
EC-135-SOL, una unidad administrativa
certificada por la administración de
Cataluña bajo el marco de la ISO 17020 en
los epígrafes de investigación, análisis de
riesgo y descontaminación. Parte de estos
trabajos se reflejan en 21 artículos
publicados en revistas internacionales, 113
contribuciones a congresos, y 6 capítulos de
libros. |
|
Muchos de nosotros recordamos que, en los
inicios de nuestra carrera profesional, gran
parte de los proyectos estaban dedicados al
“desarrollo” de los acuíferos, en el sentido
de caracterizarlos, delimitar las zonas más
productivas y diseñar y perforar pozos para
el aprovechamiento del agua subterránea. Lo
que conoceríamos como “exploración
hidrogeológica”. Poco a poco empezaron los
casos de afección del agua subterráneas que
entre otros, dieron lugar a la jornadas de
Barcelona 1981 (!) y los proyectos de
exploración en el sentido estricto,
empezaron a declinar en España y la
profesión empezó a orientarse a aspectos de
la hidrogeología que requerían una atención
urgente como precisamente la calidad del
agua subterránea a corto y largo plazo y la
gestión de los recursos (sobreexplotación de
acuíferos, con el descenso progresivo de
niveles y/o salinización en zonas costeras).
La modelación numérica llegó para quedarse
como herramienta indispensable para la
planificación a todos los niveles.
La exploración a gran escala fue
progresivamente perdiendo interés y a
pequeña escala ha mantenido grupos de
trabajo que bien en las universidades, bien
en los centros de investigación o bien en la
administración, han ido caracterizando
aquellos sectores que poco a poco han ido
ganando terreno por ser de particular
interés. ¿Sería correcto decir que la fase 1
de la exploración se completó con la
delimitación de las masas de agua
subterránea? Las siguientes fases se han
orientado a una mejor caracterización en
términos de sectores pobremente definidos,
tiempos de residencia del agua subterránea y
lo que no es menor: mejora del conocimiento
para abordar casos de contaminación
complejos y no tan complejos.
Actualmente el Plan de Acción de Aguas
Subterráneas de la DGA afronta un número de
trabajos a escala estatal y otro a escala de
demarcaciones hidrográficas. Entre los
primeros, 16 de 95 están relacionados con el
conocimiento hidrogeológico y modelación, lo
cual apunta directamente a la exploración
como mejora del conocimiento de los
acuíferos para su gestión mediante modelos
numéricos. De las 19 líneas de trabajo
enumeradas a escala de Demarcación
Hidrográfica, muchas de ellas están
orientadas también a la exploración de
recursos (Estudios geológicos, de la zona no
saturada, de la recarga, caracterización
hidrogeoquímica) y casi todas tienen la
exploración en su base si por exploración
entendemos también la mejora del
conocimiento mediante unas técnicas u otras
de caracterización. ¿Podríamos decir que la
exploración ha pasado de la fase 1 a una
fase 2 de hibernación y ahora afronta una
fase 3? En todo caso, parece claro que la
exploración a gran escala, en el sentido de
”descubrimiento” de nuevos recursos está
alcanzando una asíntota que de momento
solamente se ve trastocada en épocas donde
la necesidad -sequía- motiva a la
administración a movilizar recursos para
encontrar nuevas fuentes.
A nivel europeo me atrevo a decir que la
situación es parecida variando en función
del porcentaje de uso de agua subterránea
por países. En cambio, en otras regiones
donde el nivel de desarrollo económico está
lejos de alcanzar niveles como España, por
poner un ejemplo, se dan posibilidades de
crecimiento en muchos sentidos y en
particular, de exploración hidrogeológica a
gran escala.
En Angola, entidades multilaterales
financian proyectos de exploración en el
sentido estricto desde hace más de una
década, coincidiendo con la estrategia del
país de dotar a su población de garantías de
abastecimiento más allá de la utilización
tradicional del agua superficial o de pozos
excavados a mano. La caracterización
geológica del país a gran escala -proyecto
PLANAGEO, con la participación de organismos
y empresas españolas- ha permitido delimitar
acuíferos y regiones de interés
hidrogeológico, aunque quizás no fueran el
primer objetivo del proyecto. Son estas
zonas de interés las que actualmente se
están explorando en detalle – a nivel fase
1- con el objetivo de dotar de agua potable
a la población. La puesta en marcha de
extensiones de regadío con agua superficial
y subterránea en cabecera de ríos como el
Boteti ha dado lugar a la merma de caudales
aguas abajo en otros países de la cuenca
como Botswana, pero eso sería un problema
como los que mencionamos anteriormente, que
en España derivaron en otra fase de
proyectos y trabajos después de la primera
exploración. Se da la circunstancia que la
participación en estos proyectos de
explotación de centros de investigación
europeos se traduce en zonas extremadamente
bien caracterizadas que incluso permiten la
elaboración de modelos numéricos, junto con
otras que esperan la puesta en marcha de los
más elementales parámetros de explotación,
vía los proyectos de exploración
En otros países como Kenia, se dan también
estas heterogeneidades de nivel de
exploración. Existen regiones donde el nivel
de conocimiento es tan amplio que incluso se
han realizado modelos numéricos por parte de
consultoras internacionales, junto con otras
donde el nivel de conocimiento se intuye a
través de datos de exploración petrolera de
hace décadas. En Kenia además se da la
circunstancia -no sé si en Angola también,
pero imagino que será común en otros países-
de una gran dispersión demográfica
necesitada de aprovisionamientos de agua
potable estables. Esta población convive
junto con otra gran población nómada, que se
aprovisionan de puntos de agua históricos, y
que a menudo entran en conflicto con los
centros que poco a poco les ganan terreno y
estabilizan el consumo de sus fuentes
tradicionales para el pastoreo. En Kenia,
como en Angola, organismos multilaterales
financian grandes proyectos de exploración
para hacer frente a este tipo de retos.
A menudo asistimos al “descubrimiento” de
nuevos acuíferos como el Neógeno de
Tanzania, acuífero que a pesar de ser
aflorante y reconocible su área de recarga
no se había caracterizado y puesto en
funcionamiento hasta hace poco más de una
década. Esto ha contribuido a garantizar el
suministro de grandes centros de población
cerca de la costa como Dar-er-Salaam.
En síntesis, creo que la exploración
hidrogeológica tiene un gran camino por
recorrer, tanto a nivel de nuestro país como
a nivel mundial. El grado de detalle
evidentemente no será el mismo ni los
resultados a corto plazo tampoco. Pero está
claro que existe un sinfín de oportunidades
para desarrollar conocimiento de los
acuíferos en todo el mundo con una
diversidad de tecnologías que sería largo de
enumerar aquí. Quizás en un próximo punto de
vista.
 |
|

enero/2025 |
¿POR QUÉ
EL BINOMIO INTELIGENCIA ARTIFICIAL-AGUAS
SUBTERRÁNEAS IMPORTA?
Lucila Candela Lledó. Dra. Ciencias
Geológicas |
|
Investigadora
de IMDEA-Agua, ha sido profesora de la E.T.S.
de ICCP (UPC), profesora y miembro de la
Comisión Docente del CIHS (Barcelona) y de
la U. Libre de Bruselas (Bélgica). Ha sido
gestora del P.N de I+D+i en RH (MICON,
actual Ministerio de C.I.U) y ERANETs ‘Crue
e Iwrm.net (MICON- comunidad Europea); Vocal
del CNA Ministerio de Medio Ambiente y
vicepresidenta de la AIH-grupo español.
Miembro electo en comisiones del External
Advisory Group (Comunidad Europea), UNESCO-IAH,
U. de Edimburgo (Escocia), Ministère de
l’Environment (Francia) y ASEMWATER (China).
Especialista Especialista en hidrología
subterránea, con énfasis en recarga natural,
transporte de contaminantes en aguas
subterráneas y zona no saturada, (metales
pesados, microcontaminantes emergentes,
plaguicidas y nitratos). Ha publicado más de
100 artículos, libros y capítulos de libros
y dirigido tesis doctorales y de master. Ha
organizado cursos, seminarios y congresos a
nivel nacional e internacional y ha
participado como experta y conferenciante
invitada en paneles nacionales e
internacionales. Como investigadora
principal en proyectos financiados por
organismos nacionales e internacionales
(Diversos Programas Marco de investigación
de la comunidad Europea, DGXII, UNESCO, GEF,
Banco Mundial, OIEA), empresas y
administración. La financiación externa para
estancias en el extranjero cabe destacar
financiación Fullbright. |
|
Huelga decir que actualmente todos somos
conscientes que en la era digital el avance
de las nuevas tecnologías y la Inteligencia
Artificial (IA) han trasformado nuestro
entorno con soluciones rápidas y eficientes.
La carrera por el dominio de la IA es un
objetivo a nivel mundial, como se ha
constatado en la reciente conferencia anual
del Foro Económico Mundial en Davos,
orientado a temas económicos y políticos, y
donde la IA ha constituido un foco de gran
atención.
Entre los muchos ejemplos que se podrían
citar es conocida la generación de imágenes
con herramientas de IA de personajes que se
profesan antipatía mutua fundidos en un
abrazo, o la mejora artística de imágenes
(cualquier adolescente es conocedor de esta
herramienta). Por ello, la IA está integrada
en casi todos los productos de Microsoft y
Google de uso más o menos habitual. Por lo
que respecta a la gestión del agua, también
es frecuente su uso en distintos campos,
como en localización de fugas, procesos de
optimización, entre otras aplicaciones.
Un breve repaso a la IA indica que los
datos, los científicos/profesionales
(generalmente del campo de la estadística,
programación o matemáticas) y la potencia
computacional son los aspectos fundamentales
de su desarrollo; este último directamente
ligado a las enormes cantidades de energía
necesarias para gestionar los modelos. El
consumo de electricidad en los centros de
datos tiene un impacto físico significativo
en los Recursos Naturales, especialmente en
la demanda de agua. Su constatación ha
conducido a introducir el término de huella
hídrica de la IA.
De acuerdo a estimaciones, por cada
secuencia de instrucciones de la IA se
consumen en los centros de datos que la
albergan aproximadamente 0.5L. Para el
periodo anual 2021 a 2022 Microsoft ha
aumentado el consumo de agua un 34% y Google
un 22%; se desconocen los datos de Amazon.
Datos procedentes del Instituto de la
Ingeniería de España indican que Chat GPT-3
consume alrededor de 2L de agua para
realizar entre 10-50 consultas. ¿Por qué los
centros de datos necesitan tanta agua?: la
necesidad de mantener temperaturas óptimas y
bajo control en los servidores y racks de
hardware informático a escala industrial
requiere circular agua como refrigerante de
forma continua. Es previsible que el
creciente establecimiento de centros de
almacenamiento y gestión de centros de
datos, en el mundo y en nuestro país,
conduzca a un aumento de la demanda de los
RRHH.
El otro aspecto de la IA, relacionado
directamente con la hidrogeología y las
aguas subterráneas, es el uso de Machine
Learning o Deep Learning, frecuente en el
mundo académico y que seguramente su
transferencia al mundo profesional acabará
llegando tarde o temprano.
Si nos atenemos a las definiciones, Machine
Learning (ML) es un subconjunto de la IA
centrado en el desarrollo de algoritmos que
mejoran de forma automática a través de
experiencias y mediante el uso de datos. En
Machine Learning se capacita el aprendizaje
de los ordenadores a partir de datos para la
toma de decisiones o realizar predicciones,
sin haber sido programados de forma
explícita para ello. Así, en ML se le
proporciona al ordenador unos ejemplos
(datos) y se le pide calcular/ejecutar.
Llevar a cabo el proceso solo depende del
ordenador y está basado en los ejemplos
proporcionados: según se le proporcionen más
datos la máquina aprende mejor ¡por ello los
datos son el nuevo petróleo!.
En ‘Deep learning-DL no se le proporcionan
ejemplos previos y sin intervención humana
un algoritmo descubre los patrones generales
de los datos y determina si una predicción
es suficientemente precisa.
Trabajos basados Machine Learning o Deep
Learning para cálculo de la recarga natural
a los acuíferos de forma automatizada o para
caracterizar la geometría de un acuífero
mediante la combinación de datos procedentes
de Landsat, resultados geofísicos, mapas
geológicos, MDT, datos de ensayos de
bombeo…etc., son prácticas actuales. En
otras aplicaciones, para obtener el
resultado buscado se ponen a punto modelos
numéricos a partir datos almacenados en
soportes informáticos y mediante la conexión
o acoplamiento de algoritmos y su validación
estadística, se obtiene y acepta el
resultado final; sin una aparente
intervención humana (salvo generalmente,
teclear y evaluar datos por pantalla o por
parámetros estadísticos…). A nivel académico
empieza a ser frecuente encontrarse en
trabajos relacionados con el ciclo
hidrológico, como los anteriormente
mencionados que plantean dudas sobre los
resultados obtenidos, donde la parte
conceptual relativa a los procesos es
insuficiente y la componente humana
(conocimientos, análisis, evaluación o
síntesis de la información) está
prácticamente ausente. Debido al proceso, se
debe añadir que en ocasiones los autores del
trabajo tienen dificultades para por ejemplo
explicar un resultado poco coherente o la
selección de un determinado parámetro.
Evidentemente
no se puede negar que la IA se ha
establecido en los últimos años como un
poderoso auxiliar para la investigación
científica, incluso existe la percepción de
que algunos descubrimientos recientes no
habrían sido posibles sin ella. Pero
volviendo al ejemplo inicial, podremos
mejorar una imagen de forma artística…pero
parece ser que el mejor artista será aquel
quien más atinadamente sepa dar las
instrucciones a la máquina que los crea.
Cuando se plantean los posibles retos sobre
el Futuro del Agua (ver CAS: De Bustamante,
2019; Jiménez, Mayo 2019; López Geta, marzo
2020) es importante reflexionar sobre el
impacto de la IA, sobre si se le debería
considerar como una herramienta más o como
un salto cualitativo, y que consecuencias
cabe esperar en un futuro no muy lejano. Si
durante muchos años nuestra tarea ha sido el
luchar contra las pseudociencias en las
aguas subterráneas, ahora nos enfrentamos a
una lucha más impersonal para la aplicación
veraz de la tecnología, sean chatbots, IA o
Machine Learning, entre otras que desconozco
y que seguramente no tardarán en aparecer.
 |
VER otros puntos de vista... |